octubre 28, 2025

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Electrolitos y rehidratación: recomendaciones para hidratarte bien después de hacer ejercicio

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Mantener una hidratación adecuada es esencial para la salud y el rendimiento físico. Con la gran variedad de productos disponibles en el mercado, desde bebidas isotónicas hasta sueros y bebidas energéticas, muchas personas se preguntan qué es realmente necesario para reponer los minerales perdidos durante el ejercicio. La clave radica en entender qué son los electrolitos y cómo influyen en la recuperación y la función corporal.

Los electrolitos son minerales que, al disolverse en líquidos corporales como la sangre, adquieren carga eléctrica y permiten que el cuerpo lleve a cabo funciones vitales. Entre ellos se encuentran el sodio, potasio, calcio, magnesio, cloro, bicarbonato y fosfato. Estas sustancias ayudan a regular el balance de líquidos, facilitan la transmisión de impulsos nerviosos, permiten la contracción y relajación muscular, y contribuyen a mantener el pH sanguíneo estable. Durante la actividad física, el sodio es el mineral que más se pierde a través del sudor, lo que hace fundamental su reposición en ejercicios prolongados o bajo condiciones de calor intenso.

Cuándo optar por agua y cuándo por bebidas con electrolitos

La elección entre agua y bebidas con electrolitos depende de la duración, intensidad del ejercicio y condiciones ambientales. Para sesiones de baja intensidad y menor a una hora, el agua suele ser suficiente para mantener la hidratación. Sin embargo, cuando el esfuerzo se prolonga o se realiza en condiciones de calor o alta humedad, la pérdida de líquidos y minerales aumenta, haciendo recomendable el consumo de bebidas que aporten sodio y otros electrolitos.

De forma particular, deportistas o personas que tienen un sudor con alta concentración de sal se benefician al sustituir el sodio para evitar calambres, sostener su desempeño y prevenir caídas de tensión o agotamiento. En disciplinas de resistencia como el ciclismo, el triatlón o las carreras de fondo, es aún más importante controlar los electrolitos. Para ejercicios moderados o intensos de entre 1 y 2 horas, las bebidas isotónicas son apropiadas, ya que proporcionan agua, sodio y una cantidad moderada de carbohidratos. Para sesiones más prolongadas o extremadamente demandantes, se sugieren bebidas con mayor cantidad de carbohidratos para mantener la energía y la reposición de minerales.

Precauciones en el consumo de bebidas con electrolitos

El consumo indiscriminado de bebidas con electrolitos puede provocar efectos no deseados. Entre los principales riesgos se encuentran la hipertensión en personas sensibles debido al exceso de sodio, incremento de calorías y picos de glucosa por azúcares añadidos, alteraciones en la función muscular y cardíaca por desequilibrio mineral, y molestias digestivas si las bebidas están muy concentradas o se consumen rápidamente.

La dieta cotidiana ya aporta gran parte de los electrolitos necesarios, especialmente el sodio, presente en comidas procesadas y saladas. En personas sin patologías renales, el organismo suele manejar el sodio adicional, mientras que en individuos con condiciones médicas específicas, el exceso puede resultar perjudicial.

Opciones domésticas para la rehidratación

Para quienes buscan hidratarse de forma natural y económica, existen alternativas caseras efectivas. Un caldo de verduras bien salado puede reemplazar las bebidas comerciales durante esfuerzos prolongados. Otra opción es preparar una bebida equilibrada con 950 ml de agua, 2 gramos de sal y 50 a 70 gramos de azúcar por litro, pudiendo aromatizar con jugos de cítricos como limón, lima, naranja o piña. Esta preparación permite reponer líquidos, sodio y carbohidratos de manera adecuada durante aproximadamente dos horas de ejercicio, ajustando la cantidad de agua adicional en condiciones de calor o humedad extrema.

Consejos últimos para una hidratación adecuada

Los especialistas están de acuerdo en que la hidratación debe ajustarse según la intensidad de la actividad física, la temperatura y las necesidades personales. En esfuerzos breves o de baja intensidad, el agua basta; en cambio, para entrenamientos más largos o intensos, las bebidas con electrolitos ayudan a mantener el rendimiento, prevenir calambres y asegurar una buena recuperación. Es importante moderar el consumo y reservar estas bebidas para momentos donde son verdaderamente necesarias, evitando el uso excesivo en el día a día.